Llegaronal salón de baile y pasaron una noche muy agradable. La chica bailaba como un ángel. Cuando tocaban polkitas parecían remolinos los dos en la pista. A María se le pintaba una alegría intensa en la cara, con cada vuelta, con cada taconazo. Después de medianoche se pararon los músicos y hubo que pensar en regresar a casa.
. 168 161 151 75 316 81 103 368 243